Esta nueva creación tiene el nombre de Geminoid F y acaba de estrenar una obra de teatro en Tokio. No obstante, muchas de las personas que fueron a verla dijeron que si bien es capaz de sonreír, los gestos de su rostro no se asemejan a las de un humano.
“Físicamente, los androides pueden parecerse mucho a los actores humanos, pero lo más importante es que técnicamente somos capaces de crear un actor superior, que reúna todas las buenas cualidades que puede tener un humano, como observar, moverse o hablar”, afirmó Ishiguro.
Tal y como pasara con Actroid-F (la robot enfermera), se puede notar que muchos de los movimientos distan mucho de los de un humano, pero esta clase de experimentos permiten avances importantes en cuanto a las funciones que pueden cumplir los androides.
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